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Formación Docente
Evento
El desarrollo humano no es sinónimo de crecimiento personal, la función de la escuela no es hacer que los niños sean felices todo el tiempo, debemos entender que tenemos una gama amplia de emociones que inciden en el desarrollo humano y en la manera en que entendemos el mundo. Así como hay condiciones de felicidad, hay otras de indignación, miedo, tristeza, etc., que hacen parte del proceso de humanización. El rol del maestro es ayudar a que los niños y jóvenes desarrollen la capacidad de tener sensaciones no solo positivas, pero que conectan con el desarrollo humano.